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Día: noviembre 4, 2022

¿Amistad con tu ex?

La amistad entre dos personas que han mantenido una relación amorosa es posible, pero resulta muy difícil mientras las heridas no han cicatrizado. Al finalizar la relación, probablemente quedar como amigos sea la intención, pero el contacto con un ex suele ser origen de sufrimiento. Por eso, por lo menos durante un tiempo, es preferible mantener una distancia. Y de hecho, hay muchas razones que desaconsejan una cercana amistad con tu ex.

 

Hay que aceptar la realidad y adaptarse a la nueva situación

El final de una relación sentimental es generalmente doloroso. Requiere de un proceso de duelo en el que se asimile la separación y se curen las heridas. Tras la ruptura, la vida de ambos puede cambiar muchísimo: planes, grupos de amigos comunes, sitios que frecuentabais, rutinas diarias… Y todos esos cambios necesitan ser asumidos con un periodo de aceptación y adaptación.

Si se mantiene la distancia tras la ruptura, queda claro que se ha producido esa separación, y aprendemos a aceptar las consecuencias. Por el contrario, mantener el contacto puede confundir sentimientos.

Tras la ruptura, uno queda más herido que el otro

Cuando la relación termina, aunque uno suele quedar más herido que otro, las dos partes pueden estar interesadas en continuar la relación. Esto puede ser por diferentes motivos:

  • Quien abandona prefiere mantener una buena relación con la persona a la que ha querido y por la que siente cariño.

  • La parte abandonada puede intentar mantener el vínculo con la esperanza de que, en algún momento, pueda resurgir el enamoramiento.

Fuente de conflictos

Si se mantiene una amistad demasiado cercana, la esperanza de recuperar la relación por alguna de las partes puede provocar conflictos, al comprobar que no va a suceder. Lo único que consigue esta cercanía es profundizar en el dolor.

Es necesario recuperar tu identidad

Cuando te separas de una persona, es necesario centrarte en tu situación, en tus necesidades, tus amistades, tu familia… y recuperar los planes que hacías, o planear los que vas a hacer a partir de ahora para cubrir todos los espacios vacíos. El contacto con esa persona hace que esta reconstrucción resulte imposible.

Manifestaciones de afecto que ahondan la herida

Cada tipo de amor tiene una manera de manifestarse, y de “amigos” no se tienen las mismas manifestaciones que “de novios”. Cuando se pasa a la amistad, se tiende a manifestar el cariño como se hacía antes (besos, abrazos, caricias). Esto incrementa las dudas: al que sigue enamorado le invita a pensar que el otro pueda sentir lo mismo, y el que no está enamorado empieza a pensar que quizá está así porque se ha equivocado al dejarlo. La atracción preexistente nos enreda en una aventura emocional y física que tiene nefastas consecuencias. Al intentar evitar al otro sufrir y manifestarle cariño de forma inadecuada, estás ahondando en la herida.

No es sano conservar la amistad con un ex cuando este contacto esclaviza

Puede esclavizarte cuando eres el que queda más dañado, por mantener la esperanza constante de recuperarlo. Pero este contacto también puede esclavizar a quien ha dejado la relación ¿Cómo? Cuando el que deja propone mantener la amistad, lo que pretende, generalmente, es no hacer daño a la persona con la que ha compartido esa relación. Pero podría ocurrir que, en cuanto muestre interés por otra persona, el/la ex boicotee sus nuevas inquietudes, con explosiones de celos, mensajes, llamadas, miradas… Esto suele acabar mal.

* * *

Por lo dicho, es necesario romper del todo: no tener detalles en fechas señaladas, ni contarle nuevas relaciones, ni invitarle a cenar… Todas estas actuaciones supondrán un recordatorio constante que atará a la persona a su pasado, dificultándole recomponer su vida. Tanto si se desea mantener una relación de amistad como si se decide retomar la sentimental, hay que esperar un plazo de tiempo prudencial separados para poder superar la ruptura, desintoxicándose de los vicios adquiridos. El tiempo todo lo cura, y después … ¡Dios dirá!

Pero, mientras tanto, recuerda: evita la frase “quedamos como amigos”.

Para más información, puedes buscarme en Instagram: @natbarcaiz

La trampa de la ideología de género

Lo propio de toda ideología es asumir una serie de principios o ideas que no se cuestionan y buscar aplicarlas ciegamente a la realidad. Me parece que era Chesterton quien decía que asumir una ideología era como construir un ataúd antes de ver al muerto. Y cuando traen al muerto, si es muy grande, se le cortan las piernas para que entre; y si es muy pequeño, se lo estira.

 

En toda ideología siempre hay una primacía de la idea sobre la realidad, y la ideología de género no es la excepción. En este artículo, me gustaría que veamos brevemente por qué.

 

Ideología de género

 

La ideología de género plantea que, en lo que se refiere a la diferenciación sexual, nada hay que venga previamente dado, sino que el ser humano puede ser lo que quiera hacer con sólo desearlo. Para instalar esta idea fue fundamental que la categoría género reemplace a la de sexo, que tiene una fuerte referencia a lo biológico.

 

El sexo es algo que viene dado, algo que no se puede cambiar, ni siquiera con una operación. Por eso se busca minimizar su importancia o incluso descartarla del todo, usando en su lugar la categoría de género, lo suficientemente líquida como para ajustarse a los gustos e ideas más extravagantes. De hecho, la lista de géneros posibles no está cerrada, y puede ir en aumento.

 

Dos casos significativos

 

Es en esa persistencia de desconocer el dato biológico de cara a la consideración de alguien como varón o mujer, que se han presentado ya algunos casos que nos hacen ver que el muerto claramente no calza en el ataúd, por más que se haga grandes esfuerzos por hacerlo encajar.

 

#1 Stephen Wood

 

Un primer caso que podríamos mencionar es el de Stephen Wood. En el 2016, fue condenado por dos violaciones y varios delitos sexuales, pero durante el juicio alegó sentirse mujer para ser trasladado a una cárcel de mujeres, adoptando el nombre de Karen White.

 

Le dieron la razón, y al ser trasladado a la cárcel de mujeres, abusó de 4 de ellas a los pocos días de entrar

 

#2 Will Thomas

 

Otro caso sin duda significativo es el de Will Thomas, quien durante tres años compitió en el equipo de natación masculino de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos. Sin embargo, luego de ausentarse por un año, regresó en el 2021 a la natación pero en la liga femenina como Lia Thomas, integrándose al equipo femenino de natación de dicha universidad.

 

En este equipo obtuvo varias victorias, llegando incluso a ganar un campeonato nacional dejando en segundo lugar a una nadadora que había obtenido una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokyo. Esto obviamente generó mucho descontento entre varias de las nadadoras.

 

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A modo de reflexión final, hablar del género desde esta perspectiva no es lo políticamente correcto. Sin embargo, la corrección política no puede ser una excusa para no reflexionar a profundidad y con honestidad acerca de un tema tan actual.

 

Para cualquier duda, puedes contactarme a través de mis redes sociales buscándome como @daniel.torrec.