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Vivir plenamente cada etapa

Nos han hecho creer que solo porque “se vive una vez” es necesario adelantarse a los tiempos. La realidad es que no necesitamos quemar etapas para vivir una vida más plena.

Este tema parte de las preguntas frecuentes en nuestro blog: ¿hasta dónde podemos llegar en el noviazgo? ¿Por qué viven la castidad? ¿Por qué si nos amamos no podemos de tener relaciones sexuales?

La vida es un constante paso entre etapas, lo vemos en algo tan sencillo como la edad: pasamos de la etapa de la niñez a la adolescencia, de esta a la adultez y luego a la vejez. De la misma manera, existen etapas dentro de una relación de pareja.

Conocer a una persona, estrechar lazos de amistad, enamorarse de ella, formalizar un noviazgo, pasar a un compromiso y finalmente llegar al matrimonio son sin duda las etapas que toda pareja deberá atravesar.

Cada etapa es un preámbulo de la otra

Imagina que hoy despiertas con 10 años más. No recuerdas por lo que pasaste y tampoco sabes cómo afrontar una situación porque no fuiste aprendiendo en el camino. Todas las experiencias vividas, los recuerdos y las enseñanzas desaparecieron. ¿Crees que serías capaz de afrontar la adultez de la misma forma que lo haces ahora?

A nadie le gusta equivocarse, pero sin los errores, no tendrías la experiencia ni los conocimientos que tienes ahora. Incluso, cada etapa te da la oportunidad de pensar mejor lo que quieres, vivirlo con más entusiasmo y aprovechando cada segundo porque sabes que no volverá a repetirse.

Cada etapa es una preparación muy importante para la siguiente que se vivirá. Nos llenamos de recuerdos y experiencias que marcarán el rumbo a futuro. Por eso, una bonita amistad sin duda sentará buenas bases para un noviazgo. Igual pasa con el noviazgo respecto del matrimonio.

Cultiva y cosecha en cada etapa

Como el agricultor que siembra la semilla esperando que germine y crezca hasta tener la cosecha, así debemos vivir las etapas. Para poder cosechar un matrimonio feliz, respetuoso, amoroso y casto, deberás sembrar todas estas virtudes en las etapas previas. Cuando no se siembran, aunque no imposible, sí que será más difícil cosecharlas en el futuro.

Cuando quemamos las etapas es como aquel agricultor que, ansioso, recoge lo que sembró antes de que llegue la cosecha. Todo el fruto que pudiste haber obtenido se pierde por no ser paciente.

Cada etapa es única e irrepetible

Si somos capaces de diferenciar unas etapas de otras usando una palabra específica para referirnos a cada una —“somos amigos”, “somos novios”, “somos prometidos”, “somos esposos”— es porque son distintas.

¿Qué es lo que hace que dos personas sean amigos? La confianza, los temas y proyectos en común. Como escuchamos una vez: La amistad es querer el bien para el otro.

¿Qué es lo que hace que dos personas sean enamorados/novios? Que sientan sinceramente algo más allá de una mirada de amistad. Hay exclusividad en la relación: «De entre tantas personas que conozco, te elijo a ti para que crezcamos juntos». Tienen afectos físicos propios de la etapa: besos, abrazos y tomarse de la mano.

¿Qué es lo que hace que dos personas sean prometidos? La pedida de mano del novio a la novia, empezar a planear la boda, hablar en profundidad temas de familia, matrimonio e hijos. Comenzar formalmente una preparación matrimonial, comprar el vestido de novia, materiales para el hogar, etc.

¿Qué es lo que hace que dos personas sean esposos? El matrimonio genera un cambio radical en sus vidas. Promesa delante del altar de amarse y respetarse todos los días de su vida hasta que la muerte los separe. Entregarse por completo a la otra persona en el acto sexual: “Yo me entrego a ti”. Dejar el hogar de los padres y comenzar uno juntos. Dormir y despertar juntos. Dar el fruto de los hijos. Tener caricias que estimulen y den comienzo al acto sexual donde serán una sola carne. Compartir bienes.

Hoy el mundo está cada vez más empeñado en vivir “relaciones liquidas”: amigos —a veces ni amigos— que actúan como novios. Noviazgos que pasan años viviendo juntos, conviviendo y durmiendo en la misma cama. Da lo mismo si somos amigos, novios o esposos, lo único que diferencia una etapa de otras es la palabra que usamos para referirnos a ellas.

No te creas la mentira de probar antes de cada etapa

No te creas la mentira de probar antes de cada etapa, como si quisieras comprar un electrodoméstico, que lo pruebas antes de pagar. A las personas se las ama, no se las usa como objetos. Todo tipo de utilitarismo es devaluar la dignidad de la persona. No eliges a alguien para vivir un noviazgo o matrimonio porque cumple ciertos checks de tu lista, sino porque lo amas por ser quien es.

Está comprobado que existen otras maneras de conocer y amar a una persona sin necesidad de saltarse las etapas. Nosotros siempre hablamos de Los lenguajes del amor —propuestos por el psiquiatra Gary Chapman y comprobado por miles de parejas que descubrieron cómo sentirse amados en su lenguaje—. Y también nos manejamos con datos. Por ejemplo, las parejas que convivieron o tuvieron relaciones sexuales antes de casarse son más propensas al divorcio (1).

* * *

Te dejamos unas preguntas para reflexionar. Si ya viven juntos, ¿qué cambiaría entonces si llegasen a ser esposos? ¿Por qué adelantarse a tener vivencias que no pertenecen a la etapa en la que están? ¿Por qué permitir actitudes de novios si solo somos amigos?

Nuestra propuesta es que aproveches el tiempo viviendo las oportunidades únicas que cada etapa te regala: Una amistad para conocerse, divertirse y compartir con otros amigos. Un noviazgo para amarnos en la espera, fortalecer aún más los lazos y discernir si queremos pasar la vida juntos. Un matrimonio para donarnos en cuerpo y alma al otro.

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(1) Counterintuitive Trends in the Link Between Premarital Sex and Marital Stability. Nicholas H. Wolfinger.

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