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El ciclo menstrual y el deseo sexual

Las mujeres, además de sangrar, sufrir dolor y soportar un carrusel de emociones contradictorias, sentimos diferentes necesidades, motivaciones y deseos sexuales dependiendo de qué fase de nuestro ciclo menstrual estemos atravesando. Cuando reconocemos estas diferentes energías sexuales, podemos dejar de lado expectativas irreales, y simplemente disfrutar de todas las variadas experiencias que ellas traen.

 

En nuestro ciclo menstrual experimentamos 4 fases: ovulación, premenstruación, menstruación y preovulación. Esto explica por qué en nosotras humor, comportamiento, deseos, emociones y actitudes no van en línea recta, ¡sino más bien en una especie de montaña rusa! Cada una de estas fases está caracterizada por un tipo de deseo sexual diferente. Para liberar nuestras cuatro energías sexuales, necesitamos saber cuándo ocurren, como son y qué podemos hacer para disfrutarlas plenamente.

 

#1 Ovulación

 

Nuestro cuerpo se está preparando para gestar; por eso nos volvemos más suaves, más maternales, más enfocadas en la relación de pareja. Por eso también necesitamos una muestra de compromiso por parte de nuestra pareja. Buscamos estabilidad y seguridad, pero también necesitamos ser consentidas. Por eso, a vos, esposo, te aconsejo que la invites a cenar al lugar que sabes que le gusta, que le compres lo que tanto sabes que quiere —o algún dulce—, lo que sea: pero esmérate con un detalle que la haga saber que estuviste pensando en ella y deseas consentirla.

 

El deseo sexual de esta fase necesita expresión emocional con mucho placer físico. La combinación perfecta en esta etapa es romance y sensualidad. Pon tu habitación de manera romántica con flores y velas, no apresures la intimidad, tomate tu tiempo. Elijan posiciones sexuales en las cuales puedan verse cara a cara, y usen ese tiempo para acariciarse y abrazarse. Es importante conversar y compartir y tener mucho juego erótico antes de la intimidad sexual, para poder sentirse plenamente satisfechos. Disfrutar plenamente de la intimidad sexual en este momento fortalece el compromiso emocional en el matrimonio.

 

#2 Premenstrual

 

Todas las mujeres nos encontramos atadas a los síntomas premenstruales, que son físicos, emocionales y cognitivos: retención de líquidos, ansiedad, abdomen inflamado, irritabilidad, cambios de humor, disminución de la capacidad de concentrase, fatiga… Con este cóctel nos volvemos algo agresivas, pero a su vez emocionalmente necesitadas. Y también nos volvemos extremadamente críticas, especialmente con nosotras mismas.

 

Es una fase sexual un poco más difícil, pero no imposible de disfrutar. El deseo sexual de esta fase no debe opacarse; si se ignora o se reprime, afloran los síntomas premenstruales, de frustración e irritabilidad. Sin embargo, cuando los expresamos libremente, esta fase nos trae un tipo de intimidad sin inhibiciones y placentero.

 

Esposo: es importante que en este momento le impartas paz y aportes positivamente a su autoestima. Hazla sentirse segura con su cuerpo y recuérdale cada detalle que amas de él. El sexo en esta fase tiene que afirmar su autoestima.

 

Mujer: intenta ponerles pausa a tus pensamientos. Sí: a aquellos que revolucionan tus emociones. Y aprecia cada detalle de tu esposo, hónralo valorando todo lo que hace por ti, y demuéstrale cuán segura te sientes en sus brazos.

 

#3 Fase menstrual

 

Acá las mujeres nos volvemos irritables: ¡es que sentimos dolor! La fase menstrual no es nada agradable para una mujer: las hormonas te esclavizan y te llevan a tu límite físico y emocional.

 

Aun así, la intimidad sexual en esta fase puede convertirse en una hermosa manera de tocar el alma de tu esposo/a y de profundizar el amor entre ustedes. Mujer: para liberar este deseo sexual, tómate tu tiempo, sin formarte ninguna expectativa. Compartan mensajes íntimos, abrazos desnudos y mucho contacto visual. No se preocupen si no tienen un orgasmo, no lo necesitan. La intimidad sexual no es sinónimo de coito: se puede hacer el amor aún sin sacarse una sola prenda.

 

#4 Fase preovulación

 

Después de la menstruación, ¡nos sentimos más atléticas y enérgicas! Tal vez hasta seamos más sociables y extrovertidas. Más coquetas, atractivas y de buen ánimo. El deseo sexual de esta fase está caracterizado por tener un enfoque divertido y alegre. El sexo será una grandiosa demostración y expresión de felicidad.

 

Para liberar este deseo sexual, se trata de divertirte, dejar de lado las responsabilidades y, ¡disponerse a jugar!

 

* * *

 

Los ciclos hormonales femeninos provocan cambios muy importantes en el cuerpo, en el ánimo y en las emociones, dando por resultado alteraciones en los niveles y modos del deseo sexual. Habrá días que algunas mujeres se sentirán más apasionadas y fogosas; en cambio, en otras ocasiones esta sensación será completamente diferente. ¿Ello significa que sólo disfrutaremos la intimidad sexual unos pocos días al mes? No, absolutamente no: significa un desafío que tienen que asumir como matrimonio. Este implica aprender a conocerse, a romper estructuras o mitos, y a lanzarse en la búsqueda del placer de intimidar en toda etapa. Es una construcción que requiere compromisos, escucha mutua y, sobre todo, mucho amor y ganas de disfrutarse.

 

Por cualquier duda, podés consultarme por Instagram: @pepyecheverria

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