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4 razones para esperar

¡Hola a todos nuevamente! Hoy hablaremos de algo que, si bien es bien íntimo de nosotros, es importante compartirlo porque creemos que a más de uno le puede servir nuestro testimonio. Se trata de la castidad, término que nunca estuvo de moda, pero ha sido y sigue siendo para nosotros la virtud que más cuidamos en nuestra relación, y ya lo vamos haciendo 8 años.

 

¿Qué es la castidad? Es una virtud, como ya lo mencionamos, que regula la afectividad y la pone al servicio del amor. Se vive la castidad siendo soltero, siendo novios, y siendo esposos. Nosotros les hablaremos de la vivencia de la castidad en nuestra relación de noviazgo.

 

Pocos son los que nos creen que, habiendo pasado tanto tiempo, nosotros no hemos tenido relaciones sexuales y que —hasta ahora— esperamos hasta el matrimonio. Y no es porque veamos el sexo como algo malo, ¡al contrario! Es tan bueno, tan santo, que nos guardamos hasta casarnos, cumpliendo los fines de esa unión tan íntima: la procreación y la unión de los esposos.

 

Aquí te contamos algunas razones por las cuales es bueno esperar y vivir en pureza desde nuestra experiencia:

 

1. Mejora la comunicación

 

El no centrar nuestra relación en el sexo hace que busquemos otras formas de conocernos íntimamente. Podemos quedarnos largas horas solo conversando y conociéndonos; ir al cine, comer, etc. Disfrutamos de la compañía del otro. Eso ha fortalecido nuestra relación, pues nos exige nuevas formas de demostrar el amor que le tenemos al otro.

 

2. Fortalece el respeto en la relación

 

Si aprendes a vivir en castidad con tu pareja fortalecerás el respeto entre ambos. Existirá menos riesgo de abuso físico o verbal, ya que la construcción sentimental está formada bajo un amor sincero y sin egoísmos.

 

3. Control sobre el cuerpo

 

Siempre compartimos en nuestras charlas que, como seres humanos, tenemos la facultad de discernir y racionalizar nuestras acciones y decisiones, a diferencia de los animales. No estamos llamados a buscar solo el placer o el instinto sexual. La voluntad está por encima de los deseos corporales. La castidad, entonces, nos enseña a poder controlar los deseos de nuestro cuerpo por el fin último, que es el amor. Quien sabe dominar su cuerpo, puede dominar el mundo.

 

4. Te hace darte cuenta de si estás con la persona indicada

 

Al no tener un vínculo tan grande como la intimidad sexual, sabrás si esa persona te ama realmente por lo que eres y no solo por tu cuerpo. Sentirse realmente querido y valorado por quien eres y sin buscar algún provecho carnal o pasional es de las mayores seguridades que nos ha dado el vivir en castidad.

 

* * *

 

Todo eso suena muy bonito, pero también es difícil. Nadie dijo que iba a ser fácil tampoco. Ambos hemos tenido la convicción de que este es el camino correcto y el que queremos vivir. No ha sido sencillo, pero sabemos que, si queremos lograr cosas importantes para nuestra relación y futuro matrimonio, nos tiene que costar. Es como todo en la vida: si queremos que grandes cosas sucedan, siempre necesitamos esforzarnos.

 

Es importante dejar en claro a tu pareja esta firme decisión que has tomado. No hay nada más hermoso que esa libertad de amar con locura y con la seguridad de que serás correspondido. Recuerda que, quien te espera, te ama.

 

¡¡Ánimo!! Ya saben que cualquier duda o comentario nos lo pueden hacer por nuestro instagram: @losquelidos. ¡Un abrazo!

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