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Día: septiembre 28, 2022

¿Cómo cultivar la amistad?

Soy colombiana, y para el colombiano es casi imposible pensar septiembre sin evocar el famoso juego de “amigo secreto” o las “endulzadas”, es un mes en el que se celebra el amor romántico, pero en el que también se forja el valor de las amistades. A mí me gusta decir que septiembre es el mes durante el cual se celebra el amor en la amistad.

 

El caso es que todos estos días he venido repensando lo que significa ser y tener amigos; muchas veces se nos olvida ese regalazo que Dios nos da, porque anhelamos experimentar otro tipo de relación, y omitimos disfrutar de la relación más genuina que existe: la de los amigos. Muchas veces me escriben preguntándome cómo es posible tener más amigos, y siempre se me viene a la mente la misma respuesta: para tener buenos amigos, hay que ser un buen amigo. Aquí te van mis consejos.

 

Sé muy auténtico

 

Ser genuino es la base más sólida para cualquier relación. Cuando te presentas tal y como eres ante las personas que te rodean, ellos notarán no solo tus luces, sino también tus sombras. Esto puede asustarte, pero las relaciones más sanas son justamente aquellas en las que tú puedes presentar tu mejor y tu peor versión.

 

Un buen amigo te ayudará a procurar siempre lo óptimo, y no se atemorizará si le presentas aquellas facetas tuyas en las que eres débil. ¿Qué deberás hacer a cambio? Amar a tus amigos de la misma manera, respetando profundamente sus decisiones, y ayudándoles con caridad a ser cada día más asertivos.

 

Sé proactivo

 

Cuando me escriben diciendo “mis amigos no me invitan a salir”, lo que se me ocurre de inmediato es “arma tú los planes”. En la vida ser proactivo: esto no sólo trae ventajas competitivas en el ambiente laboral, sino que, en general, ser proactivo en las amistades te ayudará a sostener vínculos en el tiempo.

 

Disfrutar un plan con un amigo es de lo mejorcito que tiene la vida, pero también es importante entender que tiempo de calidad a veces puede ser una videollamada o un lindo mensaje de texto, o un regalo sorpresa que envíes. El caso es que aquello que anhelamos es aquello por lo que debemos trabajar, y las amistades se deben cultivar. Con el tiempo, verás frutos abundantes.

 

Sé prudente

 

Creo que este último consejo es quizás el que a mí personalmente más me cuesta, porque por mi personalidad extrovertida suelo hacerle fiesta a cada detalle y situación particular de mi vida. Pero la experiencia me ha enseñado que no todas las personas son así, y que algunos prefieren ser más reservados con sus cosas. En la amistad, aprender a escuchar, hacer silencio, callar y elegir lo que le da gusto al otro es fundamental para hacerle sentir bien y amado.

 

Al ser prudente, no sólo demuestras que una persona te importa, sino que también evidencias amor, al custodiar el corazón de tus amigos. Que cada cosa que te confíen, sea negativa o positiva, sea un verdadero tesoro para ti.

 

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Finalmente quiero cerrar con algo que me para mí ha sido ganador a la hora de darle valor a mis amistades: las rutinas. Puede sonar muy raro, pero tener espacios pactados con tus amigos, tener formas concretas de reservar espacios para ellos puede hacer que tu amistad crezca. Por ejemplo, tener una tarde a la semana reservada para ir a visitar cafés en la ciudad, cuidar que cada jueves puedas orar en el Santísimo con amigos, o cocinar una vez al mes una receta juntos…

 

Siempre le sacamos tiempo a lo que nos importa: que no se te acabe este año sin sacarle tiempo de calidad a esos regalos del cielo llamados “amigos”.

 

Si quieres conocerme un poco más, me encuentras en Instagram: @mydailydate

3 claves para una buena relación con tu instructora de ciclo

Registrar el ciclo puede tener distintas finalidades; puede ser para registrar el ciclo, entenderlo y conocerlo, puede ser para buscar o evitar el embarazo, o también puede ser por razones médicas, como problemas ginecológicos o de infertilidad.

 

La relación que se establece con la instructora o monitora es esencial al desarrollo del conocimiento. Acá te dejamos tres pilares fundamentales para lograr una buena relación.

 

Confianza y transparencia

 

Es importante entender que los temas que van a tratar implican un alto grado de intimidad. Pocas personas van a acceder a información tan personal como tu instructora. Para que el aprendizaje sea real y significativo, es importante que uno no sienta inhibición. En caso de aquellos que acuden en parejas, es importante que ambos sientan esta confianza y comodidad para tratar los temas.

 

Además, deben poder transmitir claramente cuáles son sus intenciones y expectativas respecto del aprendizaje, y entender si son factibles dentro del programa o no. De la misma manera, importa saber que la función de la instructora es educativa. Si bien muchas veces puede ser un espacio y una herramienta de profundización sobre la pareja, el vínculo y la sexualidad, este no es el objeto principal de los encuentros.

 

Por todo esto, no está demás aclarar que, si la confianza no se da, no es una mala idea buscar a otra instructora. Quizás por temor a ofender uno termina dejando de lado una herramienta valiosa. Una actitud madura puede ser reconocer que no todos generan un vínculo de calidez y confianza, y que ello no necesariamente es algo ofensivo. El profesionalismo indica que no habría problema en derivar a alguna otra profesional para el desarrollo positivo del programa. No hay que tener vergüenza en reconocer que quizás no se dio el vínculo como para entrar en confianza.

 

Claridad: un lenguaje que promueva el entendimiento

 

El registro del ciclo puede parecer simple o complejo, pero se lleva de a poco, para ir ganando confianza en el proceso educativo. El conocimiento se da de manera organizada y sistemática, buscando que se puedan ir asimilando los conceptos, de más simples a más complejos. La claridad en la enseñanza lleva a nuevos conocimientos respecto del ciclo, generando seguridad respecto de lo aprendido.

 

En este sentido, para promover este conocimiento nuevo, es importante que haya tanto claridad en las explicaciones como compromiso en el estudio del método natural. La comunicación clara y asertiva es crucial para el aprendizaje. Resulta también importante establecer cuáles son el espacio de comunicación y la vía en la que se van a evacuar las dudas. No clarificar estos pequeños acuerdos comunicativos puede llevar a preguntas sin responder, o a sesiones sin agendar.

 

Recordemos que una relación siempre se construye de ambas partes. La disposición de la instructora para explicar debe encontrar una actitud responsable de parte de la o los usuarios, quienes utilizan los medios adecuados para sus dudas, pero también se instruyen con las herramientas brindadas para este proceso educativo.

 

Tener paciencia

 

La clave en cualquier aprendizaje es la paciencia. Hay un tiempo necesario para que cada noción se incorpore y asimile de manera definitiva. El ejercicio de registrar el ciclo consta de un proceso de prueba y error, error y corrección, acompañado de un momento de claridad. Es indispensable entender que, frente al ciclo de la mujer, cuya naturaleza es variable, estamos puestos como intérpretes. Este foco es central, dado que no debemos centrarnos en “lo que el ciclo debería ser”, sino más bien en “lo que el ciclo me está mostrando”. Muchas veces, especialmente cuando el ciclo se presenta de manera inesperada, todo cobra sentido al final del ciclo. Los intentos de teorizar y explicar antes de que termine pueden provocar frustración y cansancio. La paciencia, así, se transforma en una clave para llevar adelante este proceso.

 

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Este camino es personal, individual y no puede generalizarse. Los métodos naturales son una herramienta vigente a lo largo de toda la vida reproductiva, y es importante comprender su adaptabilidad a las distintas situaciones reproductivas, contando con una instructora con la cual tengamos confianza y buena comunicación.

 

Para más información, podés encontrarme en Instagram: @fertilitycareargentina