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Varones y mujeres: ¿por qué nos cuesta entendernos?

El 85% de los fracasos en la pareja se dan por la falta de comunicación, o por comunicación inadecuada. A veces, parece que hablamos en distintos idiomas, lo cual, en lugar de constituir un motivo para desertar, debería convertirse en un desafío: debo aprender a traducir en mi lenguaje lo que la otra persona me quiere comunicar. Esto puede ser lo más saludable que podemos aportar en la difícil tarea de la comprensión.

 

La comunicación efectiva

 

La comunicación efectiva es un requisito indispensable para el enriquecimiento de las relaciones interpersonales. Ello es así, sobre todo en la pareja. ¿Por qué? Porque la tensión, el resentimiento o el conflicto sólo surgen cuando no existe comprensión mutua. Comencemos por entender que “comunicación” no equivale a “conversación”: “comunicación” equivale a “ENCUENTRO”.

 

Etimológicamente, la raíz de esta palabra se relaciona con el latín “comunis”, y da la idea de algo que se unifica, que se junta, que se integra, que se entrelaza. Hay dos que ponen algo en común, que se ponen de acuerdo.

 

Dos cerebros distintos

 

Pero, ¿por qué nos cuesta tanto lograr la comprensión mutua? Analicemos cómo funcionan el cerebro del hombre y el cerebro de la mujer.

 

Si intentamos ilustrar el cerebro de los hombres, podemos decir que está compuesto por pequeñas cajas: una caja para cada área (trabajo, deporte, auto, esposa, hijos, hobbies, etcétera. La regla es esta: las cajas NO se tocan entre sí. Cuando hablan de un tema, agarran esa caja, sacan el contenido y exprimen todo lo que ahí encuentren. Luego la guardan cuidadosamente, para que no se toque con las otras cajas.

 

Si intentamos ilustrar el cerebro de las mujeres, sería algo así como una gran maraña de cables, en la que todo se encuentra conectado con todo. Y un detalle no menor: cada uno de esos cables es conducido por una energía llamada EMOCIONES.

 

Esta es la razón por la que las mujeres somos muy memoriosas —por no decir rencorosas, jaja…—: porque, cuando sucede algo, lo enchufamos a una emoción, y eso provoca que quede grabado. Los hombres, en cambio, tienen las emociones en una cajita separada; es por ello que solo son emocionales en las situaciones que así lo demandan. (¿Ahora entienden por qué los hombres se acuerdan las fechas de los goles, pero no pueden recordar las fechas de aniversarios? Chiste, chiste…)

 

Una particularidad: la “cajita de la nada”

 

A todo esto, tenemos que sumarle que los hombres tienen una particular caja a la que llamaremos la “cajita de la nada”. ¿Vieron ese famoso meme del hombre que está en posición de pensativo, y la mujer está maquinando que seguro está pensando en otra, cuando en realidad está pensando en cualquier pavada sin sentido?

 

Bueno; cuando están cansados, estresados o simplemente tienen ganas, los hombres acuden a su “cajita de la nada”. Las mujeres en genera odiamos su “cajita de la nada”, porque no nos entra en la cabeza que un hombre piense en “nada” o que no haga “nada”.

 

Por ejemplo: cuando la mujer está estresada, cansada o preocupada, necesita hablar, porque de lo contrario, siente que va a explotar. En cambio, el hombre simplemente necesita correr a su “cajita de la nada”.

 

¿Por qué los hombres se meten en sus cajitas? Por varias razones. Primero, porque necesitan pensar en el problema y encontrar una solución práctica. Además, porque están perturbados o tensos. En estos momentos necesitan estar solos para calmarse y recobrar nuevamente el control mental. Finalmente, porque tienen que encontrarse a sí mismos.

 

¿Por qué las mujeres, en contraste, hablan tanto? Porque así es como transmiten y reúnen información. Porque así se sienten mejor y más concentradas cuando están perturbadas. Porque sí crean intimidad, al compartir sus sentimientos íntimos.

 

Análisis de discusiones

 

Ahora, los invito a que analicemos estos patrones de reacciones en una discusión. Pongamos un ejemplo:

 

♀Las mujeres son más intuitivas.

♂Los hombres NO entienden las indirectas (nunca) y no adivinan lo que ellas están pensando.

 

♀Ante un problema, las mujeres hablan, por el simple hecho de desahogarse, aún sin encontrar la solución.

♂Los hombres hablan solo en la búsqueda de soluciones. Si no tienen una solución, simplemente entran a su cajita y se quedan en silencio.

 

♀Las mujeres, si están enojadas, no querrán tener sexo.

♂Los hombres se comunican a afectivamente a través del sexo.

 

Más puntualmente: las quejas habituales

 

♀La queja más frecuente expresada por las mujeres sobre los hombres es: “él no me escucha”.

 

Cuándo la mujer habla, él la escucha unos segundos, evalúa lo que le está molestando, y luego adopta orgullosamente el papel del “súper héroe” y le ofrece una solución para que ella se sienta mejor. Se siente confundido cuando ella no aprecia ese gesto de amor. Ella quiere empatía, pero él piensa que quiere soluciones.

 

♂La queja más frecuente expresada por los hombres sobre las mujeres es: “siempre está tratando de cambiarme”.

 

Cuando una mujer ama un hombre, se siente responsable de su crecimiento y trata de ayudarlo a mejorar la manera de hacer las cosas. No importa hasta qué punto él pueda resistir su ayuda, ella se empeña en esperar una oportunidad para ayudarlo o en decirle lo que tiene que hacer. Piensa que lo está estimulando, mientras él piensa que lo está controlando.

 

Hombres y mujeres erróneamente esperamos que cada uno actúe como nosotros lo haríamos. Hemos olvidado que se supone que somos diferentes, y que es posible celebrar nuestras diferencias. Y ese olvido hace que nuestras relaciones se llenen de fricción y conflictos innecesarios.

 

Ambos tenemos que comprender

 

El sentido de la personalidad de un hombre se define a través de su capacidad para alcanzar resultados. Ellos valoran el poder, la competencia y la realización. Siempre están haciendo cosas para probarse a sí mismos y desarrollar su poder y sus habilidades.

 

El sentido de la personalidad de una mujer se define a través de sus sentimientos y de la calidad de sus relaciones. Valoran el amor, la comunicación, la protección y los detalles.

 

* * *

 

Entonces…, ¿cómo mejoramos la comunicación? Les dejo mis consejitos: trabajemos en el valor predominante en el corazón del otro.

 

Mujer, considerá que el valor predominante en el corazón de un hombre es la ADMIRACIÓN. El hombre necesita ser admirado; cuando se siente así es capaz de hacer mucho como proveedor y protector, y se muestra capaz de dar afecto. Por eso no intentes darle “consejitos” en momentos inoportunos: el necesita que confíes en que puede lograrlo.

 

Hombre: debes saber que el valor predominante en el corazón de una mujer es el CUIDADO. La mujer necesita sentirse amada: todo lo demás es secundario. La mujer necesita sentirse protegida, cuidada, mimada, para alimentar su autoestima. Muchas veces una mujer sólo quiere compartir sus sentimientos acerca de su vida diaria, aprendé a escucharla y a comprender cómo se siente.

 

Por cualquier duda, podés consultarme por Instagram: @pepyecheverria

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