No sabemos si alguna vez alguna pareja se sienta totalmente “preparada” para contraer matrimonio, así como no sabemos si estén “preparados” para ser padres. A pesar de no estar 100% preparados para tomar una decisión así, a nuestro parecer, deben cumplirse ciertos puntos para saber si es momento de tomar la decisión de convertirnos en esposos. En este artículo se los detallaremos.

1. ¿Nos amamos?

Puede sonar súper básico y obvio, pero, ¿entendemos realmente lo que es el amor? Ojo, no se trata de solo estar enamorados. Ese mariposeo en el estómago puede que no exista, pero estamos seguros de amar a la otra persona al punto de querer pasar el resto de nuestra vida con ella. El matrimonio no es cosa simple. Desde ya, debes saber que no será fácil, que seguramente habrá problemas y discusiones; pero, a pesar de eso, decidirás permanecer al lado de tu espos@ y renovar los votos matrimoniales todos los días. Cosa seria.

2. ¿Puedo vivir con los defectos del otro?

A ver, punto delicado. Deben conocerse lo suficiente como para saber qué es lo que más les gusta del otro y lo que menos les gusta; y, con todo eso, estar dispuestos a vivir junto a esa persona por el resto de sus vidas. Si yo soy muy desordenado y la otra persona también, veamos si ambos estamos dispuestos a vivir con eso, o será una discusión de todos los días. Lo ideal es que se complementen, o que al menos haya intención de mejorar en ciertos aspectos para tener una convivencia lo más pacífica posible.

3. ¿Coincidimos en las facetas más importantes de la vida?

Tenemos que tener conversaciones previas sobre cómo queremos educar a nuestros futuros hijos, cuál debería ser nuestra relación con el dinero, cuáles son los valores que quisiéramos que primen en la familia, cuál es nuestra fe/creencias. No en todo tenemos que coincidir, pero en estos aspectos, que son tan importantes, lo ideal es llegar a un acuerdo… ¡antes del matrimonio! Todo esto se debe conversar muy bien durante el noviazgo.

4. Estabilidad económica

Tienen que tener los medios financieros para poder vivir juntos y formar un nuevo hogar. Nadie habla de lujos, o de tener todas las comodidades, etc… Pero sí lo básico como para poder ser independientes. ¡No se van a casar e ir a dormir debajo de un puente! Lo ideal es que ambos tengan un trabajo estable.

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No hay un tiempo específico para vivir el noviazgo o para tomar la decisión de casarse. Le compete solamente a los novios establecer ese tiempo. Lo ideal es que no sea ni muy corto ni muy largo; pero bueno, cada pareja decidirá. Es importante saber que uno no debe casarse “porque ya toca”, o por cumplir con las expectativas de la familia, amigos, etc. Es la decisión mas importante de sus vidas y hay que tomarla con mucha responsabilidad.

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