Decir "te amo" sin decirlo

Seguramente si te preguntamos cuándo le diste el primer beso a tu pareja podrás decir el día y el lugar. ¿Y si te preguntamos cuándo fue la primera vez que le dijiste “te amo”? ¿Y qué hay de la primera vez que esa persona te lo dijo a ti?
Hoy queremos invitarte a pensar la cantidad de veces que nos decimos “te amo” sin sentirlo, pero también las miles de veces que lo decimos sin decirlo. ¿Cómo es esto último? Amar es buscar el bien del otro. Seguro muchas veces hiciste o dijiste algo para hacer feliz a esa persona. Bueno, allí estabas diciendo “te amo” sin decirlo. Hoy queremos compartir con ustedes tres formas de hacerlo.
1. La renuncia
Seguramente te ha pasado no coincidir en muchos gustos con tu pareja. A nosotros nos pasa seguido. Jimena disfruta de actividades más tranquilas, y Ezequiel prefiere los deportes. Con el tiempo, entendimos que cuando alguno de los dos propone una actividad que a uno mismo no le gusta tanto pero al otro sí, lo que está diciendo es: “te quiero y quiero verte feliz”. Esto a veces implica que Jimena suba un cerro, o que Ezequiel se siente a charlar y leer un libro.
Pero también hay renuncias más grandes que son “te amos” gigantes. Como cuando Jimena se mudó a Buenos Aires para apostar por la relación, dejando lejos familia, amigos y trabajo. Esa decisión, basada en lo que sabía que era mejor para Ezequiel y para los dos, fue su forma de deci