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Día: marzo 28, 2021

¿Estoy listo para casarme?

¡Nos casamos este año! Y a raíz de compartirlo, han surgido muchas dudas sobre cómo saber que estás listo para casarte. Ya hemos comentado antes que para nosotros no existe un manual de cuánto debe durar un noviazgo antes de contraer matrimonio, pues depende de realidad de la pareja. Pero de lo que sí estamos seguros es de que el noviazgo tiene que terminar en algún momento, ya que es una etapa.

 

El amor, en su naturaleza, busca transcender y comprometerse, o tomar la decisión de elegir cada uno un camino distinto. Por eso, queremos compartir contigo algunos puntos que creemos importante considerar para dar el paso, teniendo en cuenta que solo buscamos que funcionen a modo de guía.

 

1. No siempre vas a estar 100 % listo

 

Lo sabemos: es un poco raro comenzar por este punto, pero es la verdad. Es uno de los más grandes temores al momento de querer dar este paso, y por eso surge la pregunta: ¿cómo saber que estoy listo? Pero queremos consolarte un poco diciéndote que aprenderás a ser un buen esposo o una buena esposa en la práctica. Así como se aprende a ser padres, amigos y novios.

 

Lo más importante es estar consciente de lo que significa dar ese paso, para poder brindar lo mejor de ti. De eso hablaremos más adelante.

 

2. ¿Estas eligiendo solo por las virtudes, o más allá de los defectos?

 

Hace un tiempo leímos que uno no debería hacer promesas cuando está feliz, ni abandonar proyectos cuando está triste. El motivo es que las decisiones no pueden estar movidas por los sentimientos, sino por la razón.

 

Cuando estás eligiendo a alguien para pasar el resto de tu vida, no solo lo haces porque es gran cocinero, o por su buen sentido del humor, o porque es paciente, bondadosa o alegre… Sino porque también sabes que es una persona que día a día sigue creciendo y convirtiéndose en su mejor versión, que muchas veces se equivocará, que tiene defectos que pulir y que, naturalmente, por ser hombre y mujer, tendrán diferencias y puntos de vistas distintos.

 

El amor es una decisión, no un sentimiento: ¿qué tanto conoces a la persona con la que quieres formar una familia?

 

3. ¿Te sientes apto económica y psicológicamente?

 

Nosotros somos de los que pensamos que para casarte no necesitas lujos ni exigencias, pero sí una estabilidad económica que les permita independizarse y comenzar una familia. Cada, uno en su realidad, sabrá lo que para ellos es lujo y lo que es esencial. Eso que tú consideres esencial para casarte es lo que te ayudará a discernir.

 

Por ejemplo, para nosotros resulta esencial tener un hogar en el que poder comenzar nuestra familia: un lugar donde podamos cocinar, bañarnos, dormir… y por supuesto, contar con trabajos que nos permitan solventarnos. Lo demás lo vamos construyendo juntos en el camino.

 

Lo mismo ocurre con la parte psicológica. Hay personas que muchas veces llegan a un matrimonio con heridas muy profundas, que no se dedicaron a sanar antes. Esas heridas pueden ser familiares, personales o con la pareja. Tu salud mental también es importante para independizarte y comenzar una nueva familia: la sociedad necesita familias sanas.

 

4. ¿Eres consciente de lo que significa el matrimonio en la Iglesia Católica?

 

Solemos emocionarnos con la pedida de mano sorpresa, las reuniones familiares para celebrar el compromiso, los preparativos para la boda, el vestido, las invitaciones, los detalles, y todo eso que forma parte de la preboda.

 

Pero te invitamos a detenerte un momento y pensar en lo que realmente significa casarte con una persona. El matrimonio es la unión de dos personas que por voluntad propia y bajo un consentimiento deciden amarse y respetarse todos los días de su vida. El matrimonio es indisoluble, nunca puede romperse, solo hasta que la muerte los separe.

 

El matrimonio también es un sacramento, una vocación, un camino de santidad y una institución creada por Dios. Por eso comentábamos en el punto 2 que el amor es una decisión.

 

5. Háblalo con tu pareja

 

Poniéndole un poco de humor a este artículo, nosotros creemos que, cuando las pedidas de matrimonio sorpresivas terminan muy mal, es porque la pareja no se conoce, y nunca han hablado de este tema.

 

Si te sientes llamado al matrimonio con esa persona, lo correcto es que lo vayas conversando, para que tú también puedas ver si en su corazón siente lo mismo que tú. Como decíamos al comienzo: el noviazgo es una etapa que debe terminar, ya sea para que su amor trascienda y se conviertan en una familia, o para decidan terminar y tomen caminos distintos.

 

Conversen sobre la vocación al matrimonio, sobre qué significa para ustedes, sobre cuándo les gustaría casarse, sobre por qué les gustaría casarse… y todas las preguntas que quieran hacerse. Así podrán tener ambos un gran discernimiento.

 

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Por último, queremos decirte que esta decisión tan importante en tu vida también puedes hablarla con Dios, quien siempre está esperando amorosamente que le cuentes tus planes y proyectos. Es Él quien te toca el corazón, quien te llama a este estado de vida.

 

Si tienes un director espiritual o un profesional de salud acompañándote, también puedes conversarlo con ellos, que estamos seguros de te conocen muy bien y podrán guiarte.

 

Recuerda que puedes seguirnos en nuestra red social: @sexualidadycastidad, donde estamos compartiendo nuestras experiencias como noviazgo y futuro matrimonio.