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Resolviendo nuestros conflictos

Tener una pareja con la cual no existan conflictos o discusiones a lo largo de la relación es prácticamente imposible. Esto es parte de la adaptación a una nueva persona y de crecer juntos. Sabemos que a veces es muy difícil poder superar estos problemas, e incluso dejarlos ir pasado el tiempo. Por eso, preparamos para ustedes una lista de consejos que pueden ayudarles a enfrentar mejor estos momentos difíciles. Los analizaremos en 2 etapas del problema: “antes de” (consejos preventivos), y “durante” (consejos constructivos).

 

A. CONSEJOS PARA PREVENIR UN CONFLICTO

 

1. Cuida los reclamos

 

Todas las personas tenemos áreas de oportunidad o mejora, pero no es nuestro deber recodárselas constantemente a nuestra pareja. Claro que podemos y debemos ayudar al otro a ser una mejor versión de sí mismo, pero como un viento que alienta y no que sofoca. Podemos tener momentos en los cuales las áreas de oportunidad de nuestra pareja nos desesperen o nos hagan pensar que no ha logrado mejorar cierto aspecto, pero puede lastimarlo mucho el que lo enfaticemos de modo frecuente. Es como una lista de pendientes que genera una carga sobre la persona: al momento de reclamar algo que tu pareja hace (o no hace) de manera constante, es como si le aventaras un costal de 5 kilos cada vez.

 

Un solo costal de 5 kilos se puede cargar y hasta puede ayudar a tu pareja a llegar un poco más rápido a su meta. Pero si está intentando lograr su meta con 50 kilos encima, no le va a ser fácil avanzar, y se puede sentir desmotivado, frustrado y poco apoyado. Por eso, es importante que ambos tengan apertura para seguir creciendo e impulsándose, e incluso comentar esas áreas de oportunidad, pero dejar claro que el papel que uno cumple es de apoyo y no de policía.

 

Hacerle notar que estás viendo mejoras puede motivar al otro significativamente. Dénse pequeñas medallas por sus logros, aunque estos no sean tan grandes, como en los videojuegos con su “achievement unlocked”. Esto ayudará a tu pareja a afirmarse.

 

2. Tengan Recargas de Momentos Positivos

 

Con el paso del tiempo en una relación, uno va conociendo cada vez mejor al otro, lo cual permite poder anticipar cuando viene un momento que aumenta la vulnerabilidad y puede facilitar el conflicto. Ejemplos de estas situaciones pueden ser los cambios de trabajo, las visitas de familiares o las largas jornadas laborales. Estas situaciones pueden anticiparse para hacer lo que esté en sus manos para tratar de que las cosas sean más llevaderas. ¿De qué modo podría hacerse?

 

Tener un inventario de momentos positivos o detalles —de modo similar al proceso de hibernación de los osos— puede ayudar. Los días previos a esta temporada difícil, una flor puede marcar la diferencia; también una frase extra, un abrazo adicional, un acto de servicio. Todo esto es como una recarga para que, al momento de llegar a la “guerra”, el otro se sienta acompañado y con suficientes municiones para pasar el periodo difícil.

 

B. CONSEJOS CONSTRUCTIVOS DURANTE EL CONFLICTO

 

Es curioso cómo cada vez que nos subimos a un avión, los aeromozos llevan a cabo un procedimiento de emergencia que normalmente nos lo saltamos porque creemos que ya sabemos cómo funciona. Pero si entráramos en una verdadera emergencia durante el vuelo, ¿cuántas personas realmente se acordarían de los pasos a seguir? Así que no está de más recordar estos puntos que probablemente han escuchado antes, pero harán la diferencia al momento del conflicto.

 

1. Mantengan el foco en lo importante

 

Recuerden que el verdadero objetivo no es tener la razón ni hacer al otro sentir mal. Reamlente se trata de crecer en el amor y lograr una mayor comprensión. Tener esto claro nos ayuda a guardar las armas y tener un punto de partida totalmente diferente, permitiendo realmente el diálogo.

 

2. Aíslen el problema

 

Es común comenzar a pensar en otros momentos difíciles cuando se presenta una dificultad. Traten de quitar aquello que únicamente está “echando leña al fuego”, y recuerden qué específicamente es lo que les molesta o les duele de la situación. Si comienzan a recordar eventos anteriores, no están ayudando a cumplir su objetivo: entablar diálogo y acercarse.

 

3. Escuchen

 

Lo que más ayudará a que logren acercarse en lugar de alejarse es que ambos escuchen. Cuando el otro esté expresando su sentir o lo que quisiera de uno, traten de no estar pensando en qué contestar, sino en escuchar verdaderamente lo que el otro está diciendo y en qué hay detrás de ello. Recuerden que el otro no es su enemigo, sino la persona que aman. Esto puede ayudarles a recibir su mensaje y, entonces, responder desde el amor.

 

4. Espacio

 

Es válido necesitar su espacio. Si verdaderamente necesitan un momento para respirar o hacer alguna estrategia de modulación emocional, adelante. Díganle al otro qué es esto lo que necesitan y lo importante que es para ustedes poder hablar y resolver el conflicto juntos, y que para eso solo necesitan un momento. Por el contrario, no simplemente se vayan, o no digan que necesitan un momento de manera agresiva, pues esto dificultará la resolución que buscan.

 

5. Señales Pacíficas

 

Esta es una técnica que nosotros hemos desarrollado e implementado en nuestra relación y solemos recomendar en nuestras conferencias, pues nos ha dado muy buenos resultados. Tengan señales para comunicar sin hablar. ¿A qué nos referimos? Existen momentos y palabras que funcionan como gatillo y generan tensión. Este es el caso de las palabras “nunca”, “siempre”, “todo” y “nada”. Son absolutas y ocasionan una respuesta a la defensiva por parte del otro. Por ejemplo, la frase: “nunca quieres ayudarme” generaliza y cancela cada momento en el que la otra persona sí ha querido ayudar, haciéndolo sentirse poco valorado y con necesidad de defenderse.

 

Como en estos momentos el objetivo no es reclamar sino facilitar el diálogo, nosotros acordamos alertarnos sin palabras —para quitar el tono emocional— cuando notáramos que el otro estuviera hablando de manera absoluta. Para hacerlo de modo pacífico, decidimos que fuera a través de una señal con las manos. Así que nosotros tocamos con un dedo, la palma de la mano del otro dos veces para hacerle ver que llevó su comentario al extremo e invitarlo a replantear lo dicho de un modo más adecuado. Esto permite que la situación no se escale ni desemboque en una discusión mayor. Y también ayuda al otro, no solo a replantear su comentario, sino a cambiar su forma de percibir la situación.

 

6. El uso de la palabra

 

Las palabras tienen un impacto importante. Pueden servir para afirmar el valor de una persona, pero también pueden tener el efecto opuesto. Estos son 2 extremos en una línea muy larga de efectos que pueden generar en otros nuestras palabras. Por eso, recomendamos procurar hacer un uso adecuado de las mismas.

 

Respirar profundo realmente puede ayudarles a no decir cosas hirientes. En otro artículo lo mencionamos y aquí es muy oportuno recordarlo nuevamente: busquen “Los 4 jinetes”, del Dr. Gottman. Estos son 4 patrones de comunicación que pueden elevar el conflicto y llevar al deterioro de la relación, por lo cual es muy útil conocerlos y procurar evitarlos.

 

* * *

 

Habrá momentos donde alguno de ustedes se equivoque y eso es parte de ser humanos. En esos casos, les recomendamos no tener miedo a pedir perdón, pues esto muestra que su amor por el otro es más grande que su orgullo. También busquen la manera de reparar el daño. Si no se puede resarcir por completo, nunca están de más los detalles de cariño, que son un bálsamo que alivia las heridas.

 

Cada conflicto es una oportunidad de crecimiento y de mayor cercanía cuando se evita cruzar la línea del mutuo respeto. Permite conocer más y amar mejor al otro. Llevarlo a cabo de manera pacífica puede no ser fácil, pero cuando se logra, permite tener una sensación mucho más profunda de comprensión y se confirma el amor.

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