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4 razones para evitar convivir antes de casarnos

Cada vez es más común ver parejas convivir antes de una boda. Si existen un amor consolidado con planes claros, un hogar donde vivir, independencia económica y muchos más factores positivos, ¿por qué no hacerlo? Pareciera que vivir juntos antes de celebrar un matrimonio no afectaría en nada. Sin embargo, el vivir separados puede ser la clave para que aquella celebración sea aún más especial. ¿Cuáles son los beneficios de vivir separados antes de casarse?

1. La ilusión nos sostiene en medio el caos

Después del compromiso, llega la hora de organizar el matrimonio, y es inevitable que empiece un carrusel de emociones, sobre todo si piensas en celebrar una fiesta. Primero todo es alegría y felicidad; pero conforme se acerca la fecha, se siente la presión: la falta de tiempo, la falta de dinero, la falta de un psicólogo…, entre otros.

En mi experiencia personal, entre tanto caos, la tentación de ver el matrimonio como un trámite estresante estaba presente. Sin embargo, la única ilusión, el único respiro, era pensar que pronto estaría junto a mi futura esposa, con quien nunca había convivido aún.

Aunque es bueno celebrar y poner esfuerzos para que el evento salga bien, hay que poner más esfuerzo para que haya ilusión por la pareja y un anhelo por la convivencia. El hecho de no vivir juntos aún permite todo lo anterior.

2. Marca un antes y un después

Es extraño celebrar un matrimonio cuando prácticamente ya vives como casado; tanto para uno mismo como para nuestros familiares o amigos. Algunos no saben si felicitarte, o si están acudiendo a una fiesta más.

En cambio, tener definida una fecha que cierra una etapa y empieza otra de manera clara y diferenciada hace que todo sea más especial. Se siente genuinamente la alegría de nuestro entorno, en los saludos, en las felicitaciones y hasta en los regalos. Pero, sobre todo, la pareja misma siente que ha logrado un hito en su vida.

Si ya se convive, es posible evaluar una momentánea separación. Incluso nuestro entorno sabrá el esfuerzo que se hizo para que el momento sea especial.

3. Aprovechas para implementar métodos naturales

¿Sabías que es posible vivir una sexualidad plena sin depender de inversión constante de métodos anticonceptivos? Con 99 % de efectividad, los métodos naturales te permiten planificar tu vida familiar, ya sea si estás postergando tener hijos o si los quieres tener pronto. La implementación en sí no tiene ningún costo: sólo necesitas una buena capacitación inicial. El objetivo es descubrir los días fértiles de la mujer, con la participación de su pareja. Podrías encontrar incluso casos de infertilidad para que se traten a tiempo, y muchos beneficios más.

Para ello es necesario observar un período mínimo de tres meses sin tener relaciones sexuales. Durante este tiempo se deberá registrar información y descubrir los tiempos fértiles.

Para quienes practican un noviazgo casto, esto no representa ningún problema. Sin embargo, es un reto para quienes conviven y duermen juntos todas las noches. Si se opta por la separación como tiempo de preparación para el matrimonio, además de alimentar la ilusión por la fecha, podrás aprovechar para implementar este método.

4. Te casas una vez en la vida: ¡hazlo especial!

Casarse es una experiencia de una sola vez en la vida. Ninguna otra celebración —ni si quiera la de un aniversario, ni siquiera un viaje por todo el mundo— se compara con esa fecha. Vivir separados antes del matrimonio lo hace aún más especial, y le da la importancia que debe tener. Convivir y luego casarse sería vivir más días de lo mismo.

¿Cómo lograr esto? Para quienes evalúan la convivencia antes de casarse, consideren que estarían quemando etapas. Siendo novios, no hay por qué tener responsabilidades de cónyuges antes de tiempo. El noviazgo es una etapa que tiene su encanto en sí misma. Para quienes ya conviven y consideran el matrimonio, no sería descabellado evaluar una separación momentánea.

***

Aunque para muchos pueda sonar una propuesta fuera de esta época, evitar la convivencia antes del matrimonio es una decisión que tiene un propósito y muchos beneficios. Solo es cuestión de proponerlo asertivamente a la pareja. En algunos casos, costará más que la pareja lo entienda. Entonces, no estaría mal proponerlo como un “NO negociable” antes de casarse. No se trata de una cuestión egoísta, sino de entender los beneficios que esa decisión trae para los dos.

Para más consejos, puedes encontrarme como @yoheigab

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