El desafío de las relaciones a distancia

En la distancia, la clave está en ir acompasados. Más bien, esto se aplica en todas las relaciones, porque a todos —o casi todos—, en algún punto, en mayor o menor medida, nos toca o nos ha tocado vivirla. Ya sea cuando la distancia inevitablemente es el modus operandi de cada día, porque se interpone el verano de por medio, o por un viaje o una temporada fuera por trabajo, o por cualquier otra razón.
Por ello, no es lo mismo ir preparados —y saber afrontar la distancia con ganas— que improvisar, encontrándotela de frente. Y ahí está el quid. La clave está en ver lo fundamental: ir al origen, la esencia, el por qué. Y ver así el sentido que tiene la distancia: ¿Qué es lo que hay detrás de ella? ¿Por qué merece la pena? ¿Cuál será la recompensa de superarla? ¿Qué clase de relación se forjará? ¿Crees que os puede hacer crecer? ¿O, por el contrario, la veis como una barrera?
Y de aquí nacen estos tips para afrontar la distancia con ganas: